
Ese día, el alma se me salió,
dijo muy convencida, y
me miraba desde afuera riendo,
silbando y volando.
En media hora regreso, comentaba,
yo no le crei, sólo pensaba en que el miedo
se podria filtrar por la puerta.
No te vayas, susurraba,
ella, no yo, o bueno
las dos.
Regresa ahora, que todo se ve azul
y no se en donde estoy.
1 comentario:
pues aqui ando, de visita :)
saludos Meg!
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