lunes, agosto 26, 2019

Impares somos algunos

Hace unos días un amigo escribió un artículo para la revista donde colabora, acerca de un extraño viaje que hizo hace años a Guatemala y de como encontraron una zapatería de botas sin par, el caso es lo que más me dejó pensando fue la analogía entre las parejas y los pares de zapatos, que al final somos bastantes similares, viviendo como impares. Así precisamente me sentí ayer y solo rodaron las lágrimas por mi mejilla, ya sin querer. Andamos y vivimos en nuestra caja con nuestro "par" pensando que es el único y cuando menos lo esperamos todo termina y acabamos en la misma caja solos, siendo impares. Otros aguantan a su dañado par, aunque ya al verse solo sea para pelear, pero al final del día se meterán juntos a su caja para completarse. Yo no tengo par desde hace dos años, he luchado durante un año por ser parte de uno, pero tristemente cada fin de semana termino impar en mi caja esperando un mensaje y sin salir con ese otro. Mientras el otro se pasea con quien ya no es feliz pero con quien finalmente vive en su caja y no la deja para convertirse en impar. Esa parte no la entienden los que tienen el suyo, sólo dicen espera, ya llegará alguien para ti. Pero yo creo que mi tiempo se acabó con el último que conocí, y ya aveces no tengo ganas de esperar a nadie, sólo se que no he sabido escoger y quien extraño no me piensa, y que añoro a quien no me busca, tal vez será mejor dejar  las cosas así y seguir adelante aceptando que en esta vida me tocó ser impar.


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