miércoles, junio 05, 2019

En otra vida

Ayer me metí al baño a llorar para que mi hijo no se diera cuenta, pero el sospechaba algo y me buscaba. Lloraba por un viejo amor, por impotencia de no saber que hacer, por esas viejas lágrimas de hace 20 años. Sentí de nuevo ese hueco en el pecho como si me hubieran arrancado algo. Pero una tranquilizante paz de saber que estoy haciendo lo correcto, arriesgándome a perderlo todo por una sola cosa, mi paz y tranquilidad interior.
Hoy me valore, me amé y me respeté, y supe que después de todo lo hecho hecho está y si bien en esta vida no se pudo, te juro que si regreso en otra te volveré a buscar.

No hay comentarios:

Renacimiento Primer día de que soy fuerte, no quiero adelantarme...